“En el año de 1644 don Alonso Aguilar y Ventosillo, que era alcalde de la Villa de León, se dirigió a la autoridad competente para solicitar la merced de dos ojos de agua que se habían descubierto que daban origen a dos arroyos uno de ellos llamado Diego de Castilla y otro denominado arroyo del Palote”, afirmó Arturo Navarro Valtierra, quien es cronista vitalicio de León.
A raíz de ese momento, la Hacienda del Palote al pasar el tiempo cambió de dueño, lugar donde se utilizó para el comercio, ganadería, cultivo, pero fue hasta el año de 1863 cuando fue donada la propiedad a los padres de San Felipe Neri.
“Transcurrieron los años y esa hacienda pues se transformo en dos¨: una denominada El Palote precisamente por ser el origen de la misma y cambió de propietarios en muchas personas y durante variados siglos”, añadió Arturo Navarro Valtierra.
En el año de 1857 debido a las leyes liberales de reforma, todos los bienes de la iglesia, entre ellos la hacienda, fueron nacionalizados.
En el año 1900 Jesús Ramírez compró la hacienda quien según cuenta la historia fue el último dueño, pero en el año de 1953 luego de varias inundaciones que había sufrido la ciudad de León, se decidió construir una presa en este sitio que controlara el agua que bajaba de las sierras de Comanja y Guanajuato.
Fue hasta 1992 cuando autoridades municipales y estatales invirtieron en una primera y segunda etapa 5 millones 950 mil pesos para la transformación de la presa en un centro de turismo, recreación y deporte, además se reforestó y se dotaron lugares con áreas verdes, comida típica, entre otros atractivos.
El proyecto se vio materializado con la fundación del Parque Metropolitano el 5 de diciembre de 1993.
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